En cualquier entorno natural cercano nos podemos encontrar uno o
varios centros de interpretación. Estos centros están ubicados en espacios con
un gran valor medioambiental y/o cultural. ¿Quién no ha visitado alguno en algún
momento?
Bajo nuestro punto de vista, estos centros tienen una gran cantidad de
paneles repletos de palabras. Pero ¿implican emocionalmente al visitante? ¿lee
esta información todo el mundo?¿está esta información adaptada a todos los
públicos?
El objetivo final de estos centros es el conocimiento y el respeto a
dicho entorno, pero, ¿realmente consiguen el objetivo?
Consideramos que para que exista un aprendizaje significativo, es
decir, para que el visitante obtenga un aprendizaje duradero, debemos de
recurrir a programas o actividades de educación ambiental. Sería mejor que los
visitantes interactuaran con el medio, realizaran actividades, juegos y
vivencias para que éstos descubran por si mismos el objetivo de dichas
actividades y/o juegos. Además, los educadores ambientales tenemos que tener en
cuenta las emociones. Con nuestras propuestas tenemos que implicar emocionalmente
al cliente con el espacio. Este último aspecto conllevará que los visitantes (jóvenes
y no tan jóvenes) respeten el entorno en el futuro.
¿Vosotros que opináis?
En los siguientes posts pondremos algunos ejemplos sobre actividades
para dinamizar estos centros de interpretación.
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